domingo, 8 de abril de 2007

De accidentes y otras cosas

Status: bien, pero un poco estresada
Viendo: las vacaciones de Mr. Bean
Escuchando: te lo agradezco, pero no (Alejandro Sanz y Shakira)

Siempre he sido un poco extraña. Cuando chica (tendria unos 4 años) me meti un crayon verde en la nariz, no sé porque lo habré hecho, pero supongo que los niños chicos siempre se meten cosas a la boca, al ombligo o a la nariz. Fui a donde mi mamá que estaba sentada en el umbral de la puerta del patio haciendo no-sé-que y le dije ''moco, moco''. Mi mamá obviamente procedio a sacarme el supuesto moco, pero al darse cuenta de que la uña de su dedo salia con ''polvillo de crayon'' se pusó histerica y en su desesperado intento de sacarme el lápiz a tontas y locas me hizo sangrar, entonces más histerica se puso. Con el vestido lleno de sangre llamo a mi abueli paterna y con su ayuda pudieron sacarme el ''moco''.

Lo mismo ocurria con los aros. Todavía recuerdo cuando me fueron a corchetear las orejas...lloré como por dos horas. Mi abuelita materna quería que usara argollas de oro y por supuesto mi mamá accedio. Me compro unas lindas argollas, pero al intentar ponermelas me comenzo a sangrar el hoyito del lóbulo. Ahí quedo mi abueli con el deseo de que yo usara argollas, ya que vez que me las ponian me sangraba la oreja y solo podía usar aritos de delfines y cosas por el estilo. Era como una maldición

A los 7 años me accidente por porfia'. Había un columpio bastante rústico y oxidado en el patio de mi casa y me encantaba columpiarme en el...pero de guata. Mi mamá sabía que un día me iba a sacar la cresta y siempre me lo advirtio, pero yo no le hacía caso. Mientras que ella sólo me miraba por la ventana de la cocina mientras jugaba, pasó lo que tenía que pasar...me caí dandome de lleno en la frente y mientras mi mamá lloraba descontroladamente diciendome ''¡ te dije ! '' yo intentaba calmarla con la frente partida y todo.

De los 10 como a los 13 años empeze con la manía de comerme los cueros de los dedos. Me había vuelto ''insensible'' al dolor y me los arrancaba desde la segunda falange. Cierto día mi mamá se aburrio y me dijo que estaba enferma , que me iban a internar en el hospital y que me iban a meter mangueras por la boca para sacarme los cueros que me había comido. Yo no le creí hasta que empezo a alistarme una maleta, ahí entendí que era oficial y le prometi que nunca más lo volvería a hacer. De todos modos si lo volvía a hacer me iban a poner ají en los dedos.

Han pasado otras cosas como cuando queme a mi hermano chico con la plancha o cuando el Pablo se estrello con la punta de la caja de un extintor y se dejo una cicatriz bien mona en forma de estrella, pero por suerte son accidentes que no me involucran a mi directamente...